
El relleno es el primer paso en el camino hacia la belleza: así es como prepararse de la mejor manera
Cuando me encuentro con un paciente por primera vez, me recuerdo a mí mismo que mi labor es hacer que su experiencia sea lo más cómoda posible. Y no solo eso, también intento que sea el punto de partida de un recorrido que realizaremos juntos.
Durante la consulta inicial, hago preguntas tanto de carácter médico (posibles patologías, tratamientos en curso, embarazo, alergias, etc.) como de carácter social, como qué tipo de estilo de vida lleva el paciente. Pregunto si tiene compromisos sociales o actividades importantes en los días inmediatamente posteriores al tratamiento.
Juntos —y este es el momento crucial— hablamos sobre el motivo de su visita, lo que desean, lo que esperan. Las personas que acuden a nuestra clínica no siempre tienen ideas claras. A veces, los pacientes me dicen que no les gusta nada de sí mismos y me piden sugerencias sobre qué defectos corregir: en ese caso, cambio mi enfoque, no para influirlos, sino para acompañarlos en el descubrimiento de cómo les gustaría verse.
Otras veces, un paciente sabe que quiere cambiar una parte específica de su rostro, por ejemplo los labios, pero no sabe exactamente de qué manera: ¿más voluminosos, más suaves, con arco de cupido…? Solo a través de un proceso de consulta cuidadoso podemos llegar a definir un plan de tratamiento completamente personalizado y único.
En los últimos años, he notado que los pacientes están cada vez más informados sobre el tema de la medicina estética, gracias a las redes sociales y al boca a boca. Cuando llegan a la clínica, ya tienen una idea del tratamiento elegido y de lo que pueden esperar. Sin embargo, siempre les recomiendo que hagan preguntas al especialista para despejar cualquier duda: sobre la seguridad, las instrucciones de cuidado y, especialmente, sobre el manejo posterior al procedimiento. En particular, considero que las recomendaciones de cuidado de la piel son fundamentales después del tratamiento, y deben adaptarse a la estación del año. Por esta razón, no solo veo a mis pacientes 15 días después del procedimiento para comprobar si ha habido algún problema, sino también cada tres meses, con el cambio de estación.
Todas estas citas no deberían parecer demasiadas. En mi opinión, la clave para la máxima satisfacción de cada paciente reside en establecer un hilo conductor que nos permita vernos con más frecuencia, incluso sin realizar procedimientos, simplemente para aconsejar sobre cómo continuar. En resumen, encontrar un punto de referencia en la medicina estética para el autocuidado y la belleza personal.
Prof Giuseppe Sito
Plastic Surgeon
Italy
Prof Giuseppe Sito – Specialist in Surgery and Aesthetic Medicine, lecturer at the Higher Institute of Postgraduate Medicine, Agorà aesthetics department, Milan